Escrito por Yair Ademar Dominguez Vazquez (Alumno del primer semestre de la Facultad de Derecho de la UV).
Platicando una fresca mañana en la capital del
estado de Veracruz; la ciudad de Xalapa con la Lic. Alma Rosa Alvarez Reyes y el
resto de mis compañeros, comentamos un tema un tanto preocupante en la sociedad
de nuestro país y una realidad palpable; la gran fuga de cerebros mexicanos que
existe.En días pasados, el 10 de agosto para
precisar, José Franco presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, la AMC
por sus siglas, dio a conocer la preocupante cifra de 11 mil mexicanos que
cuentan con posgrado y que radican únicamente en el país vecino, Estados
Unidos, señalando que dicha cifra es equivalente al 50% de los miembros del
SIN, Sistema Nacional de Investigación.
Esto nos indica a simple vista que
nuestro país cuenta aproximadamente con tan solo 22 mil investigadores
nacionales, quedándose muy corto. Y sí vamos más allá del vecino país y
exploramos en otras partes del mundo como en el resto de América, Europa, Asía,
Australia por mencionar algunos, seguro nos toparemos con otra sorprendente
cifra de connacionales con posgrado que laboran y radican fuera de México.
Constatando una evidente y a la vez alarmante fuga de cerebros.
¿Por
qué se fugan los cerebros?
Citando al mismo José Franco quien en fechas
recientes decía que “no se detendrá la fuga de cerebros sin inversión”,
podemos comprenderlo. Gran cantidad de mexicanos que con arduo
esfuerzo logran realizar sus estudios de posgrado en las distintas
universidades y facultades con las que cuenta nuestro país deciden emigrar.
¿Por qué emigran? La principal razón por la
que los especialistas en las diversas materias y ramas del conocimiento deciden
cambiar su residencia de la mexicana por cualquier otra es debido a la búsqueda
de mejores oportunidades, mejor futuro y desarrollo de su profesión. Decidiendo
no permanecer en su nación, no por gusto.
La falta de empleos es una de las principales
causa, la escases de calidad, adecuación y la buena remuneración. Los gobiernos
no han hecho nada para resolver esta alarmante situación vaya, ni si quiera lo
intentan, reflejándose esto en la educación a la cual el Ejecutivo Federal le
invierte la cantidad de 250 mmdp, lo que representa el 1.6% del PIB, ocupando
el último lugar en la OCD en gasto educativo, por lo que remarco en mi opinión,
México como país en vías de desarrollo debe salir de la OCD. Así mismo la
inversión a la Investigación Científica se le destina 0.47% del IDE/PIB, si
esto lo ponemos a comparación con otros países como Filandia, que es el país
que más invierte, un 3.96% en Investigación Científica y un 28% en educación de
su PIB, México en estos rubros se queda muy bajo.
Mientras muchos talentos e intelectos deciden
emigrar, en el país existe preocupación por la planta de investigadores que
tiene, que es muy pequeña, comparado con la que debería tener un país como el
nuestro, puesto que México es la economía número 14 del mundo, además de ricas
características geográficas y naturales que posee, para explotar conocimientos,
ya sea de carácter científico o bien tecnológico.
Un sondeo realizado por el Instituto
Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (ISALC)
sobre la fuga de cerebros, arrojó resultados parecidos a los previos que he
escrtio, en donde los connacionales expresaron que las condiciones, la calidad
de vida y el desarrollo en el área laboral del extranjero son mejores que en
México por lo cual optan establecerse fuera del país.
Esta es una situación alarmante, preocupante,
pero sobre todo debe ser ocupante por los encargados correspondientes, como lo
es el Ejecutivo Federal, es una necesidad que se le destine mayor presupuesto
al campo de la educación y de la Investigación Científica y Tecnológica. Como
país tenemos la capacidad, el intelecto y la calidad para crear e innovar en
estos campos, solo se necesitan los recursos necesarios para su desarrollo.
“Si no se equilibran la inversión pública y la
privada en ciencia y desarrollo tecnológico, no se detendrá la fuga de cerebros
ni la emigración de mexicanos que buscan mejores condiciones de empleo.”
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